Cómo cuidarse para evitar un tratamiento de conducto (root canal)
¿Por qué se necesita un root canal?
Antes de hablar de prevención, es importante entender por qué se llega a necesitar un tratamiento de conducto. Las causas más comunes incluyen:
- Caries profundas que alcanzan la pulpa dental
- Traumatismos en el diente (golpes o fracturas)
- Infecciones dentales no tratadas
- Restauraciones repetidas o mal hechas
- Enfermedad periodontal avanzada
El dolor intenso, la sensibilidad al calor o frío, la hinchazón y el oscurecimiento del diente suelen ser señales de alerta.
Consejos para evitar un tratamiento de conducto
1. Cepilla tus dientes al menos dos veces al día
Este es el primer paso para una buena salud bucal. Usa un cepillo de cerdas suaves y una pasta dental con flúor. El cepillado ayuda a eliminar la placa bacteriana que causa caries, la principal responsable de los problemas dentales que terminan en root canals.
2. Usa hilo dental todos los días
El hilo dental permite limpiar entre los dientes y debajo de la línea de las encías, lugares donde el cepillo no llega. Sin este hábito, es más fácil que se desarrollen caries entre los dientes, lo que puede provocar infecciones internas.
3. Evita el consumo excesivo de azúcar
Las bacterias en tu boca se alimentan de azúcares, produciendo ácidos que desgastan el esmalte y forman caries. Refrescos, dulces, jugos azucarados y snacks procesados pueden parecer inofensivos, pero con el tiempo dañan tus dientes desde el interior.
4. Visita al dentista regularmente
Las visitas de rutina (cada 6 meses) permiten detectar caries, infecciones o desgaste dental antes de que se conviertan en un problema mayor. A veces, los síntomas no se sienten hasta que el daño es grave, por eso el control profesional es fundamental.
- Limpiezas profundas
- Radiografías dentales
- Revisión de encías
- Detección temprana de caries
- Todo esto te puede ahorrar dolor, tiempo y dinero.
5. No ignores el dolor o la sensibilidad
Muchas personas postergan ir al dentista porque “el dolor no es tan fuerte”. Sin embargo, una molestia leve puede ser el primer signo de una infección. Mientras más esperes, más probable es que la infección llegue a la pulpa del diente y requiera un root canal.
6. Protege tus dientes durante actividades de riesgo
Si practicas deportes de contacto (fútbol, boxeo, baloncesto), es recomendable usar un protector bucal. Los golpes o fracturas pueden exponer el nervio dental y provocar infecciones.
También es importante evitar usar los dientes como herramientas (por ejemplo, para abrir botellas o romper envoltorios), ya que eso puede causar grietas.
7. Evita el bruxismo o rechinamiento de dientes
Muchas personas rechinan los dientes sin saberlo, especialmente al dormir. Este hábito, conocido como bruxismo, desgasta el esmalte y puede causar fisuras que permiten que las bacterias lleguen a la pulpa.
Tu dentista puede recomendarte el uso de una férula nocturna o tratamientos para reducir el estrés si se sospecha de bruxismo.
8. Cuida tus encías
La salud de las encías es tan importante como la de los dientes. Las enfermedades periodontales pueden causar retracción de encías, exposición de las raíces y eventual daño al nervio dental.
- Evita fumar
- Mantén una buena higiene bucal
- Trata la gingivitis a tiempo
¿Y si ya tienes una caries?
Si ya tienes una caries, lo ideal es tratarla lo antes posible con un empaste. Si se deja sin tratar, avanzará hasta alcanzar la pulpa, y en ese punto, la única solución puede ser un tratamiento de conducto o incluso una extracción dental.
La prevención no solo protege tu salud bucal, sino que también te permite evitar procedimientos costosos y prolongados.