¿A qué edad puede usar brackets un niño?
La edad recomendada para la primera visita al ortodoncista
La Asociación Americana de Ortodoncistas (AAO) recomienda que los niños visiten al ortodoncista por primera vez alrededor de los 7 años de edad. A esa edad, ya han erupcionado algunos dientes permanentes (como los incisivos y los primeros molares), lo que permite al especialista evaluar cómo están creciendo y desarrollándose la mordida y la mandíbula.
Esto no significa que a los 7 años el niño necesariamente recibirá brackets. En muchos casos, el ortodoncista solo realiza una evaluación y propone un seguimiento para decidir el momento adecuado para iniciar el tratamiento.
¿A qué edad se pueden colocar brackets?
Generalmente, la edad más común para empezar a usar brackets es entre los 11 y 14 años. En esta etapa:
- Ya han salido la mayoría de los dientes permanentes.
- Los huesos maxilares aún están en desarrollo, lo que facilita el movimiento dental.
- El niño tiene más madurez para colaborar con el cuidado y la higiene de los brackets.
Sin embargo, hay casos en los que los niños pueden necesitar un tratamiento más temprano (llamado ortodoncia interceptiva) para corregir problemas de crecimiento de la mandíbula, mordidas cruzadas o espacio insuficiente.
Tratamientos tempranos (ortodoncia interceptiva)
Cuando el ortodoncista detecta problemas importantes en la mordida o en el crecimiento de los huesos faciales, puede recomendar iniciar un tratamiento temprano, incluso antes de los 10 años. Estos tratamientos no siempre incluyen brackets tradicionales, sino que pueden usar:
- Expansores del paladar.
- Aparatos removibles.
- Retenedores especiales.
El objetivo es guiar el crecimiento de la mandíbula y preparar la boca para un futuro tratamiento con brackets más sencillo y efectivo.
Señales de que su hijo podría necesitar brackets
Algunas señales que los padres pueden identificar en casa y que indican la necesidad de una consulta con el ortodoncista son:
- Dientes apiñados o que no tienen espacio suficiente.
- Dientes que sobresalen demasiado (superiores o inferiores).
- Mordida abierta (cuando los dientes superiores e inferiores no se tocan al cerrar la boca).
- Mordida cruzada (algunos dientes superiores muerden por dentro de los inferiores).
- Pérdida temprana o tardía de dientes de leche.
- Hábitos prolongados como chuparse el dedo o usar chupón.
Beneficios de iniciar el tratamiento a la edad adecuada
Colocar brackets en el momento correcto puede traer múltiples beneficios:
- Mejorar la salud dental: dientes alineados son más fáciles de limpiar y menos propensos a caries o enfermedades de encías.
- Corregir problemas funcionales: ayuda a masticar, hablar y respirar mejor.
- Favorecer la autoestima: una sonrisa alineada influye positivamente en la confianza de los niños y adolescentes.
- Tratamientos más efectivos: a edades tempranas, los huesos aún están en desarrollo, lo que facilita los movimientos dentales.
Importancia de la evaluación profesional
Cada niño es diferente, y aunque existen edades recomendadas, el momento exacto para iniciar el tratamiento con brackets depende de una valoración individual realizada por el ortodoncista. Factores como el tipo de mordida, el espacio disponible en la mandíbula, los hábitos orales y el desarrollo general de la dentadura influyen en la decisión.